LA MÚSICA MEDIEVAL
Estos sonidos se basan en la reconstrucción de lo que en la época medieval eran las partituras: una serie de neumas, símbolos que representaban la música. En la época, la memoria de los músicos jugaba un papel decisivo, ya que muchas sobras no se guardaban por escrito. Una dificultad añadida al intentar adaptar las obras medievales a la actualidad es que se desconoce el tono de las notas, no se sabe si las neumas son agudas o graves. Esta canción en particular data del s. XI y se ha recuperado tras estar 142 años perdida.
Como rasgos más importantes de la música en la Edad Media aparece el canto gregoriano, el surgir de la polifonía, y gracias a las influencias árabes debidas a las cruzadas, aparecieron nuevos instrumentos musicales.
En la Edad Media ya encontramos nombres de compositores relevantes para la época, como fueron Guido d’Arezzo, Léonin, Pérotin, Guillaume de Machaut entre otros y las poéticas y románticas figuras de los trovadores y juglares, de capital importancia a la hora de transmitir la música que se hacía en aquel entonces.
LOS INSTRUMENTOS DE MADERA
Los instrumentos musicales de madera se consideran aquellos del tipo aerófono. Al soplar se crea vibración en las lengüetas situadas en la boquilla de los instrumentos del aire y eso crea la melodía que oímos en el propio instrumento.
En caso de la flauta e instrumentos similares, al soplar se crea un remolino en la boquilla del instrumento pasando por el cuerpo donde tiene varios agujeros colocados estratégicamente para crear música.
La mayoría de ellos se construyen de metal. Aun que sean de metal, no todos los instrumentos se consideran de metal, ya que se consideran de madera por la propia boquilla y las lengüetas de caña que tienen, por ejemplo la familia del Oboe, Fagot, Saxofon y Carinete, que se consideran también como instrumentos de caña.
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